Apuntes de preimpresión y producción gráfica

Apuntes de preimpresión y producción gráfica

Este cuaderno tiene por objeto la publicación de casos prácticos, soluciones, artículos técnicos, recomendaciones y trucos; todos ellos con la finalidad de ayudar a los profesionales de la preimpresión en su día a día, así como a todas aquéllas personas que se vean inmersas en procesos de edición gráfica.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Búsqueda de logotipos trazados

Todo el que esté habituado a maquetar o diseñar folletos, revistas, libros, publicidad ocualquier otra cosa se ha encontrado más de una vez (y más de dos) en la tesitura de tener que introducir en el trabajo que está realizando el logotipo de alguna empresa o institución del que no dispone en su archivo de recursos de imagen.

En muchas de estas ocasiones, el editor o cliente no se ha molestado en pedir a la empresa u organismo en cuestión el archivo de su logotipo, que en la mayoría de las ocasiones, estará (o debería estar) en modo vectorial (eps, fh, ai...), con las tipografías trazadas y los colores definidos (Pantones o CMYK). En ocasiones, se limita sólo a descargarse de la página web que corresponda un terrible "gif" o "png" a resolución de pantalla y con un grado de compresión brutal.


La consecuencia de todo esto es que, para no perder el tiempo, y a sabiendas de que al final lo tendremos que hacer de todos modos, recreamos en logo en Freehand o Illustrator para su inclusión en el impreso.


Sin embargo, muchas veces, y con un poco de imaginación, podemos hacernos con el logotipo en formato vectorial en muy pocos minutos; sólo hay que buscar en Google un PDF que lleve el famoso logo incrustado.


La mayoría de las empresas, instituciones y organismos publican impresos que de un modo u otro están colgados en la red en PDF. Si quien maquetó el trabajo original usó un logotipo en formato vectorial (que es muy posible cuando lo que buscamos corresponde a alguna institución medianamente seria), ese logo vectorial queda en el PDF con toda su calidad original, por muy comprimidas que estén las imágenes para aligerar peso. Veamos un ejemplo sencillo:


Imaginemos que precisamos el logo de la "Fundación General Universidad de Alicante" (a mí me pasó hace poco); tecleamos en Google: "Fundación General Universidad de Alicante" pdf



La primera entrada tiene buen aspecto, parece el folleto de un curso... Lo descargamos




Efectivamente... El logo incrustado está en vectorial (con solo hacer una buena ampliación del PDF veremos si aparecen pixels en el borde o no). Si no hubieramos dado con lo buscado, seguiremos buscando en las entradas que Google ofrece.


Ya sólo resta abrir el PDF con Illustrator, copiar los trazados que corresponen al logo, copiarlos en un documento en blanco, y guardar nuestro flamante recién logrado logo en formato "eps" o "ai" para meterlo en la maqueta del trabajo que lo precisaba.

La técnica del tramado en preimpresión

El primer artículo concreto que se publica, después del prólogo y la introducción, está dedicado, como no podía ser de otro modo dada la cabecera que el blog lleva, a la técnica del tramado. Un proceso que resulta imprescindible para poder realizar la impresión industrial, de cualquier tipo de imagen que precise modulación de tono o cuyo color se haya de simular por separación de tintas.

El tramado consiste en la descomposición en puntos más o menos separados entre sí, y de igual densidad de impresión todos ellos. Se les hace variar en tamaño o en acumulación en función del motivo a reproducir, y su objetivo es “aprovecharse” de la capacidad integradora de la óptica humana (el ojo) para dar una apariencia de tono continuo dónde en realidad sólo existe un tono por tinta de impresión, además del tono de fondo del soporte.

Una mayor acumulación de puntos de trama genera una mayor densidad para reproducir los tonos saturados y/o las sombras del original, mientras que una mayor distancia entre ellos, permitirá mostrar el soporte, generalmente de tono blanco o claro, aportando una imagen de mayor claridad para la reproducción de tonos de luces o de poca saturación.

La trama convencional de uso el offset y otros sistemas de imprimir consiste en una sucesión de puntos equidistantes entre sí y dispuestos a lo largo de una línea imaginaria que forma un determinado ángulo con la horizontal, ángulo que en impresión polícroma ha de variar entre las tramas de las distintas tintas en 30º para evitar la superposición de los puntos y la aparición de unas formas geométricas que se conocen como “moiré”.

El número de puntos que se representan a lo largo de una medida concreta en las mencionadas líneas imaginaria (normalmente una pulgada) representan lo que se conoce como lineatura o frecuencia de trama. Cuantos más puntos por pulgada lineal presente una trama, más fina será y tendrá mayor capacidad de reproducir detalle y de dar una mayor apariencia de tono continuo de cara a la vista. No obstante se habrá de elegir la frecuencia de trama en función del sistema de estampación y del soporte de impresión, pues no en todos los casos se pueden utilizar tramas demasiado finas, pues se corre riesgo de “empaste” de la impresión.

Otro factor importante relacionado con la trama es la resolución del dispositivo de salida, es decir, la cantidad de micropuntos que es capaz de generar a lo largo de una pulgada lineal (ppp). Un punto de trama es una agrupación de puntos cuyo tamaño viene determinado por la resolución de salida, de modo que la relación entre resolución de salida y lineatura de trama determinará el número de niveles tonales que se generan. Un límite mínimo aceptable para tono modulado (imágenes a color o en blanco y negro) ha de ser de 256 niveles (16x16 puntos) por cada tinta de impresión. Esto nos determinará el número total de tonos distintos que se pueden representar en el impreso.

La trama se puede generar con puntos de diferentes tipos y formas, según nuestro interés, las características de nuestro sistema productivo o el trabajo a reproducir en cada caso.

Para saber más, descarga el artículo completo en PDF

sábado, 13 de diciembre de 2008

Introducción a los procesos productivos gráficos

Abrimos este “blog” con una definición genérica y un esbozo del flujo de tareas y trabajos que venimos es denominar “Proceso Gráfico”. Sin entrar en detalles, se pretende apuntar las fases por las que pasa un producto gráfico, editorial o extraeditorial, desde su concepción hasta su distribución o entrega al usuario final. Quedan deliberadamente excluidos los productos paraeditoriales (prensa y revistas “de kiosco”), puesto que son productos distintos, tanto en su concepción como en su realización, particularidades que pretendemos atender en futuros “posts”.

Como definición académica, podemos decir que el conjunto de operaciones que, utilizando unos recursos técnicos y humanos, es necesario ejecutar para transformar una materia prima en un producto que sea demandado por la sociedad se denomina proceso productivo. En algunos casos, únicamente se precisa una simple operación para producir la transformación de la materia en producto; pero en otros casos es necesaria la concatenación de una serie de procesos, denominándose en su conjunto “procesos productivos”.

Podemos considerar “procesos productivos” a lo largo del proceso gráfico, el conjunto de operaciones que se vienen a realizar desde el momento en que el cliente o editor realiza el encargo de realización de un producto gráfico hasta el momento en que el trabajo (editorial, o extraeditorial) es entregado al cliente o puesto a disposición de su usuario final, según corresponda. en algunos casos, todos los procesos se realizan en una misma empresa, pero lo más habitual es que los procesos se vayan realizando en diferentes empresas, cada una especializada en una tarea o serie de ellas.

De manera esquemática, se enumeran y explican brevemente este conjunto de pasos que venimos a denominar “Procesos Productivos”:

1.- Encargo de producción. En esta etapa, el cliente o editor explica a su proveedor qué producto es el que pretende realizar y sus características generales. Si se trata de un trabajo de nueva realización puede ser necesaria una labor de asesoramiento al cliente en cuanto a diseño, colores, formato, número aproximado de páginas, materiales, calidades, acabados, etc. De este modo se debe acabar definiendo las características técnicas del trabajo a realizar para poder efectuar la valoración de costes y la realización del presupuesto. Es habitual que el encargo lo realice el editor a una empresa de confianza, que a su vez se encarga de subcontratar aquéllas tareas que no puede realizar mediante medios propios.

2.- Recepción de original. Se recibe del cliente el material necesario (texto e imágenes, o incluso el trabajo diseñado y maquetado) para la realización del impreso, que será necesario revisar para determinar su validez de cara al proceso de producción.

3.- Diseño. Se realiza un proceso completo de creación y realización de un trabajo en todos sus detalles y operaciones. El equipo de diseño deberá realizar el boceto y/o maqueta, que se entregará al cliente para su validación o en su caso, modificación, antes de proceder a la elaboración definitiva del trabajo en base a la propuesta de diseño aprobada. Se deberán tener en cuenta los aspectos técnicos de producción, estéticos, funcionales y económicos.

4.- Composición/tratamiento/maquetación. En esta etapa se componen o tratan los textos, y se reunen y combinan armónicamente con el resto de elementos gráficos que componen el producto (ilustraciones, blancos, adornos, etc.), en escrupuloso respeto a las normas de diseño marcadas en el boceto y/o maqueta.
Dentro de esta etapa se suele realizar la obtención y tratamiento de las imágenes, debiendo obtener imágenes aptas para ser reproducidas en el sistema de impresión elegido. Hoy en día lo más habitual es que sea el propio cliente el que nos aporte las imágenes en formato digital, en cuyo caso hay que realizar una labor de repaso y, en su caso, corrección de las mismas, determinando si las imágenes recibidas tienen el suficiente nivel de calidad para su inclusión en el producto; o bien que se contrate el servicio de un fotógrafo profesional que, cada día más, podemos incluir dentro de las profesiones del sector gráfico.



5.- Corrección de concepto, de estilo, ortográfica y tipográfica. En función de lo acordado, esta etapa la puede realizar directamente el editor o bien se puede encargar a un corrector. Es habitual que los dos primeros tipos de corrección correspondan al editor o autor, y los dos últimos a los correctores ortotipográficos. Suele ser necesario obtener segundas, terceras o más pruebas hasta que se le haya dado el definitivo visto bueno al trabajo.

6.- Pruebas de color. Si el trabajo o el cliente lo requieren, se realizará una prueba que simule el resultado del trabajo final una vez impreso. Se utilizará la maquinaria y técnicas adecuadas para adecuarse al que será resultado final. Esta prueba se usará para mostrar al cliente el aspecto “real” del impreso y como prueba contractual.

7.- Imposición. Se disponen las páginas del impreso tal y como han de ser reproducidas en el pliego de impresión, atendiendo a las características técnicas de la realización del trabajo en sus fases de impresión, encuadernación y manipulado. En la actualidad, esto se hace partiendo del trabajo en formato digital (normalmente PDF) y mediante el uso de un “software” específico. Posteriormente se realiza la impresión de una simulación del pliego impreso a través de un plotter de gran formato, que se plegará tal y como se haría en la encuadernación para la revisión de la imposición y una última comprobación general del trabajo (es la prueba que habitualmente se llama “ferro”, nomenclatura que proviene de los tiempos del montaje manual). En muchas ocasiones esta prueba se utiliza como “ultima comprueba para corrección”.

8.- Obtención de la forma impresora. Mediante filmadora de gran formato e insolado y procesado tradicional (CTF), o bien mediante sistemas CTP (directo a plancha) que proporcionan directamente la forma impresora. Es posible la transmisión directa desde el ordenador a la máquina de imprimir (CTPress, directo a máquina; o bien impresión digital).

9.- Etapa de impresión. Impresión, generalmente con máquinas de offset (estamos hablando de un ciclo productivo “estandar”), de los diferentes pliegos que componen el trabajo y del número suficiente de ellos para cubrir la tirada y el porcentaje de pérdida. Se utilizarán las máquinas más adecuadas en función de las características del trabajo y de la configuración del taller de impresión (rotativas, planas de uno o varios cuerpos, con o sin volteo, offset seco, etc.)



10.- Postimpresión. Es la última etapa del proceso gráfico. En función de las características del producto, se realizarán todos o algunos de los siguientes procesos:


  • División de los pliegos y/o bobinas.
  • Plastificado y/o barnizados fuera de máquina.
  • Plegado, para obtener los cuadernillos o signaturas.
  • Alzado, operación que ordena los cuadernillos u hojas sueltas según el caso.
  • Encuadernación, mediante cosido o fresado de los cuadernillos y colocación de la cubierta.
  • Guillotinado a tamaño final.
  • Otro tipo de operaciones son las de troquelado, hendido, estampados en seco, termorrelieve, u otros acabados especiales, en caso de que el trabajo lo requiera.

Estas operaciones pueden variar de orden o de método en función de las características del trabajo.
Posteriormente a la obtención del producto final, se realizará la clasificación (si procede) y el empaquetado del producto acabado del modo requerido y acordado con el cliente (retractilado, embalado en cajas, montado en “pallets”, etc.)

11.- Almacenaje y distribución. Tal y como se haya presupuestado y acordado con el cliente (entrega directa, a través de empresa distribuidora, reparto por correo, etc.)


lunes, 8 de diciembre de 2008

Prólogo del autor

La creación de este blog tiene por objeto, tal y como se adelanta en la cabecera, la recopilación y divulgación de las cuestiones con las que los profesionales de la preimpresión hemos de lidiar en el día a día de nuestro trabajo.

Con una trayectoria de catorce años trabajando en empresas y procesos de preimpresión, actualmente soy uno de los responsables en la oficina técnica de una imprenta comercial, dedicada principalmente a la producción de libros, y en menor medida (aunque subiendo en porcentaje) revistas y todo tipo de impresos de carácter extraeditorial.

Dado que la empresa en la que trabajo actualmente cubre todo el proceso productivo, desde la edición hasta la encuadernación y distribución, tengo la suerte de poder observar y controlar la integridad del proceso, con la ventaja que supone una visión global del mismo a la hora de detectar fortalezas y debilidades, conocer la interacción entre las diferentes fases productivas, y estar en disposición de implantar medidas que mejoren los procesos y disminuyan los errores en fase productiva.

Es bien conocido por todos los trabajadores de este sector, que en muchas ocasiones parece estar entrando en fase de esquizofrenia, que los errores de concepción, diseño o maquetación, si no se detectan y corrigen a su debido tiempo, acaban provocando problemas graves en la fase industrial del proceso, dónde las correcciones muchas veces se traducen en costes de miles de euros, por no hablar de los problemas que provocan para cumplir con los temidos y temibles plazos de entrega.

Diversos motivos, pero uno en especial: la "democratización" informática, que ha puesto a disposición de cualquier hijo de vecino unas herramientas que permiten la creación y edición de futuros productos impresos, han venido provocando que el establecimiento de filtros, controles y procedimientos exahustivos en la fase de preimpresión sea imprescindible para evitar esos ya comentados "estados de sitio" que a veces se declaran en las imprentas, cuando los resultados obtenidos en el producto ya estampado sobre papel no son los esperados o los deseables.

Atendiendo a este contexto, y para intentar, desde la humildad de esta publicación, poner a disposición de editores, diseñadores, empleados de preimpresión, estudiantes y a todo el que tenga curiosidad por estas cuestiones, las experiencias y los conocimientos que otras personas puedan tener sobre estas materias, se crea este blog.

Procuraré mantenerlo actualizado e intentaré ir publicando tanto como pueda, siempre procurando mantener un alto nivel de calidad y de interés en las entradas. De este modo intentaré que se vayan viendo publicados guías y tutoriales, casos prácticos reales, actualidad técnica, artículos de fondo, etc., y no sólo sobre cuestiones de preimpresión, sino también asuntos relacionados con la impresión, la encuadernación y los acabados que puedan resultar de interés.