Apuntes de preimpresión y producción gráfica

Apuntes de preimpresión y producción gráfica

Este cuaderno tiene por objeto la publicación de casos prácticos, soluciones, artículos técnicos, recomendaciones y trucos; todos ellos con la finalidad de ayudar a los profesionales de la preimpresión en su día a día, así como a todas aquéllas personas que se vean inmersas en procesos de edición gráfica.

sábado, 20 de diciembre de 2008

La técnica del tramado en preimpresión

El primer artículo concreto que se publica, después del prólogo y la introducción, está dedicado, como no podía ser de otro modo dada la cabecera que el blog lleva, a la técnica del tramado. Un proceso que resulta imprescindible para poder realizar la impresión industrial, de cualquier tipo de imagen que precise modulación de tono o cuyo color se haya de simular por separación de tintas.

El tramado consiste en la descomposición en puntos más o menos separados entre sí, y de igual densidad de impresión todos ellos. Se les hace variar en tamaño o en acumulación en función del motivo a reproducir, y su objetivo es “aprovecharse” de la capacidad integradora de la óptica humana (el ojo) para dar una apariencia de tono continuo dónde en realidad sólo existe un tono por tinta de impresión, además del tono de fondo del soporte.

Una mayor acumulación de puntos de trama genera una mayor densidad para reproducir los tonos saturados y/o las sombras del original, mientras que una mayor distancia entre ellos, permitirá mostrar el soporte, generalmente de tono blanco o claro, aportando una imagen de mayor claridad para la reproducción de tonos de luces o de poca saturación.

La trama convencional de uso el offset y otros sistemas de imprimir consiste en una sucesión de puntos equidistantes entre sí y dispuestos a lo largo de una línea imaginaria que forma un determinado ángulo con la horizontal, ángulo que en impresión polícroma ha de variar entre las tramas de las distintas tintas en 30º para evitar la superposición de los puntos y la aparición de unas formas geométricas que se conocen como “moiré”.

El número de puntos que se representan a lo largo de una medida concreta en las mencionadas líneas imaginaria (normalmente una pulgada) representan lo que se conoce como lineatura o frecuencia de trama. Cuantos más puntos por pulgada lineal presente una trama, más fina será y tendrá mayor capacidad de reproducir detalle y de dar una mayor apariencia de tono continuo de cara a la vista. No obstante se habrá de elegir la frecuencia de trama en función del sistema de estampación y del soporte de impresión, pues no en todos los casos se pueden utilizar tramas demasiado finas, pues se corre riesgo de “empaste” de la impresión.

Otro factor importante relacionado con la trama es la resolución del dispositivo de salida, es decir, la cantidad de micropuntos que es capaz de generar a lo largo de una pulgada lineal (ppp). Un punto de trama es una agrupación de puntos cuyo tamaño viene determinado por la resolución de salida, de modo que la relación entre resolución de salida y lineatura de trama determinará el número de niveles tonales que se generan. Un límite mínimo aceptable para tono modulado (imágenes a color o en blanco y negro) ha de ser de 256 niveles (16x16 puntos) por cada tinta de impresión. Esto nos determinará el número total de tonos distintos que se pueden representar en el impreso.

La trama se puede generar con puntos de diferentes tipos y formas, según nuestro interés, las características de nuestro sistema productivo o el trabajo a reproducir en cada caso.

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