Apuntes de preimpresión y producción gráfica

Apuntes de preimpresión y producción gráfica

Este cuaderno tiene por objeto la publicación de casos prácticos, soluciones, artículos técnicos, recomendaciones y trucos; todos ellos con la finalidad de ayudar a los profesionales de la preimpresión en su día a día, así como a todas aquéllas personas que se vean inmersas en procesos de edición gráfica.

miércoles, 6 de julio de 2011

Qué hay que tener en cuenta al enviar o recibir originales

Con ocasión del relanzamiento de este cuaderno, tras un largo periodo de inactividad se ha escogido un asunto al que no siempre se le presta toda la atención que merece, y es la revisión que el autor o editor debería realizar sobre los originales que envía a su proveedor de servicios gráficos (agencia, imprenta, maquetista, etc.), control que también el receptor de los originales debería realizar antes de empezar a procesarlo.

Estas revisiones permiten la detección de errores de forma precoz, con el consiguiente ahorro de tiempo y esfuerzo (es decir, coste), facilitan la puesta en marcha de los trabajos, allanan el camino a recorrer a lo largo del flujo de producción y ayudan a crear una cultura del “trabajo bien hecho” que sin duda redunda en beneficio de todas las partes implicadas.

En este documento se definen con detalle las tareas de la revisión y control de los originales de texto, imágenes y otros que los autores y/o editores deben realizar antes de enviar los originales de un trabajo cualquiera a su proveedor. Asimismo, estas mismas revisiones son perfectamente homologables para el receptor de los originales, que con ellas puede establecer un filtro de entrada al flujo productivo.


CONTROL DE ORIGINAL

Se entiende por original todo el material de texto, imágenes y demás material gráfico que prepara el autor y/o editor, y que tras la ejecución de las actividades productivas pertinentes, acaba transformándose en el producto final, en cualquiera de sus formas posibles.
Habitualmente está formado por ficheros electrónicos, en distintos soportes, conteniendo texto, imágenes o una combinación de ambas. En ocasiones, los ficheros se acompañan de una prueba impresa de su contenido.
El control a realizar sobre los originales, antes de su paso a la fase estrictamente productiva (maquetación, preimpresión o fabricación), se puede dividir en varias partes, en función del tipo de original del que se trate:

Originales de texto
La revisión del original de texto, cuando éste ha de ser sometido a procesos de tratamiento y/o transformación, tiene por objeto conocer el estado del mismo, antes de proceder a su preparación y paso a la siguiente fase de ejecución. Se debe valorar, en base a los puntos de control, su aptitud o inaptitud como “materia prima”, proponiendo en este segundo caso su devolución al cliente/editor para la subsanación de los problemas detectados.

REVISIONES
Apto
No apto
OBSERVACIONES
Texto completo



Principios y finales completos



Archivos electrónicos



Formato de archivos



Archivos identificados y/o numerados



Copia en papel



Original en papel ordenado y/o numerado



Coherencia de contenido entre texto y papel



Claridad, legibilidad y limpieza



Coherencia en niveles y rangos tipográficos



Composición homogénea y coherente



Correcciones marcadas sobre el original



Precisa OCR / composición



Otros





Originales de imagen (raster de pixels)
Del mismo modo que en el apartado anterior, la revisión de originales de imagen tiene por objeto conocer el estado del mismo, antes de proceder a su preparación y paso a la siguiente fase de ejecución. Se han de valorar, en base a los puntos de control, su utilidad o no como “materia prima”, proponiendo en este segundo caso su devolución al cliente/editor, para la subsanación de los problemas detectados.

REVISIONES
Apto
No apto
OBSERVACIONES
Tipo de original



Tamaño/resolución



Formato de archivos



Archivos identificados y/o numerados



Prueba de color



Modo de color



Perfil de color



Calidad cromática



Efectos de compresión



Suciedad/arañazos/desperfectos



Otros





Originales de imagen (infografía vectorial)
El objeto de los controles sobre este tipo de imágenes y su alcance y aplicación son idénticos a los descritos en el apartado anterior.

REVISIONES
Apto
No apto
OBSERVACIONES
Formato de archivo



Textos trazados



Archivos identificados y/o numerados



Modo de color



Prueba en papel



Otros





Artes finales
Este tipo de originales son los que se entregan a imprenta, una vez realizadas las fases de diseño, composición, maquetación, etc., que el cliente/autor/editor ha realizado previamente en otra fase del proyecto, de tal modo que el trabajo a realizar se reduce a la fabricación del producto final, en cualquiera de sus formas (impresa o electrónica).

La revisión del original, en estos casos, se ha de orientar, principalmente, al grado de cumplimiento de las características previstas en la orden de fabricación, así como de los requisitos genéricos implícitos para un trabajo que haya de entrar en el flujo productivo gráfico.

REVISIONES
Apto
No apto
OBSERVACIONES
Formato de archivo



Original completo



Fuentes



Archivos identificados y/o numerados



Prueba en papel



Modo de color



Perfil de color



Dimensiones



Sangres



Tintas



Números legales



Marcas de corte



Resolución de imágenes



Otros




En el ANEXO I de este documento (disponible en el PDF del artículo completo) se especifican con detalle qué características han de reunir los originales enviados a imprenta, para minimizar los errores, reducir los plazos de ejecución y abaratar los costes.

El mencionado anexo sirve como documento de “Requisitos del Original para Imprenta”, y sirve de referencia a los autores y/o editores para su conocimiento y puesta en práctica. Se ha de tener en cuenta que el incumplimiento de estos requisitos puede derivar en la devolución de los originales o en incrementos de coste.

Reinicio de actividades

Después de dos años y medio, en los que por diferentes causas (la principal es que nunca encontraba el momento) el blog ha estado parado, he hecho acopio de energía para reemprender la actividad. Me comprometo a que no vuelva a producirse un parón de este tipo y a que se vaya incorporando alguna entrada con periodicidad (me marco como objetivo no menos de una entrada cada mes).

He aprovechado para actualizar el diseño, con el fin de aprovechar las herramientas de blogger en tanto facilitan la tarea de compartir el blog o alguna de sus entradas en las redes sociales (Twitter, Facebook, etc.), manteniendo la imagen sencilla y sobria que creo corresponde a una página de contenido técnico y de índole práctica.

La primera entrada en la nueva etapa del cuaderno es una guía sobre las características que han de poseer los originales que el autor o editor hace llegar a su proveedor de servicios gráficos, sea este una agencia, un maquetador externo o incluso la propia imprenta. Del mismo modo, la guía tiene vocación de servir como filtro para el propio receptor de los originales.

Sin más, dejo que el blog presente los contenidos para los que fue creado...

jueves, 22 de enero de 2009

Cómo diseñar para la imprenta (I) Fondos negros

Los fondos u otras superficies negras, de mayor o menor tamaño constituyen un recurso muy habitual que los diseñadores utilizan en la creación de productos gráficos. Ejemplos típicos son cubiertas de libros, páginas de cortesía, fondos para textos calados en blanco y fondos en general, que pretenden dar una imagen visual de gran fuerza, gracias al contraste que ofrecen los elementos colocados sobre una base negra.

Sin embargo, muchas veces el resultado es decepcionante, debido a que la fuerza e intensidad del negro no corresponde a lo que el diseñador tenía en mente, veía en pantalla u obtenía en su prueba sacada en impresora "inkjet".

El motivo es que la tinta negra utilizada en el proceso de impresión no suele ser tan opaca ni tan oscura como nos gustaría, además de que en el proceso de impresión offset, el emulsionado con el agua de mojado puede provocar una ligera baja en el tono. Por otro lado, la necesidad del maquinista de aplicar una capa de tinta tan fina como sea posible, para evitar el empastado de las tramas, provoca que siempre se esté trabajando "al filo de la navaja" en el frágil compromiso densidad de impresión/ganancia de estampación (en un futuro "post" hablaremos de esto).

Por ello, el diseñador ha de tener presente estos aspectos a la hora de preparar sus archivos de cara a la imprenta, y tener en cuenta que para obtener la intensidad de negro deseado ha de actuar sobre la composición del color en el programa de diseño o maquetación.

Un modo de lograr un buen compromiso de intensidad de negro es, cuando se vaya a imprimir en cuatricromía (CMYK), crear un negro con una cama de un 50-60% de cián, es decir, un color que se componga de 100% de negro y 50% de cián, al que se puede llamar "negro cama", que se puede utilizar para colorear los fondos que hayan de tener la máxima intensidad de negro.


Esta combinación permite lograr un negro más intenso que el que la tinta negra por sí misma es capaz de ofrecer, al tiempo que no provoca problemas en producción por un excesivo recubrimiento de tinta, algo que sí ocurre (especialmente con papeles de poco cuerpo) si el negro se genera mediante la suma, en porcentajes elevados, de las cuatro tintas. Esto último es habitual al generar negros en Photoshop, que pueden provocar recubrimiento de tinta (suma de porcentajes) superiores a lo que el papel o el sistema de impresión admiten bajo condiciones controladas (habitualmente entre 300-340%).

En todo caso, este "negro cama" no se debe usar para colorear textos ni detalles finos (escudos, logotipos, líneas), puesto que el más pequeño desajuste de registro entre los colores, haría el defecto muy evidente a la vista.


Una opción radical, aunque provoca aumento de coste de producción, es hacer una segunda pasada de impresión de negro sobre el ya impreso. Esta opción es adecuada cuando las superficies a cubrir son grandes, el papel tiene un grosor que permita la sobrecarga de tinta, no existan tramas que puedan empastarse. se deseé un negro especialmente denso y el cliente esté dispuesto a asumir el sobrecoste de estampación de un color extra.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Búsqueda de logotipos trazados

Todo el que esté habituado a maquetar o diseñar folletos, revistas, libros, publicidad ocualquier otra cosa se ha encontrado más de una vez (y más de dos) en la tesitura de tener que introducir en el trabajo que está realizando el logotipo de alguna empresa o institución del que no dispone en su archivo de recursos de imagen.

En muchas de estas ocasiones, el editor o cliente no se ha molestado en pedir a la empresa u organismo en cuestión el archivo de su logotipo, que en la mayoría de las ocasiones, estará (o debería estar) en modo vectorial (eps, fh, ai...), con las tipografías trazadas y los colores definidos (Pantones o CMYK). En ocasiones, se limita sólo a descargarse de la página web que corresponda un terrible "gif" o "png" a resolución de pantalla y con un grado de compresión brutal.


La consecuencia de todo esto es que, para no perder el tiempo, y a sabiendas de que al final lo tendremos que hacer de todos modos, recreamos en logo en Freehand o Illustrator para su inclusión en el impreso.


Sin embargo, muchas veces, y con un poco de imaginación, podemos hacernos con el logotipo en formato vectorial en muy pocos minutos; sólo hay que buscar en Google un PDF que lleve el famoso logo incrustado.


La mayoría de las empresas, instituciones y organismos publican impresos que de un modo u otro están colgados en la red en PDF. Si quien maquetó el trabajo original usó un logotipo en formato vectorial (que es muy posible cuando lo que buscamos corresponde a alguna institución medianamente seria), ese logo vectorial queda en el PDF con toda su calidad original, por muy comprimidas que estén las imágenes para aligerar peso. Veamos un ejemplo sencillo:


Imaginemos que precisamos el logo de la "Fundación General Universidad de Alicante" (a mí me pasó hace poco); tecleamos en Google: "Fundación General Universidad de Alicante" pdf



La primera entrada tiene buen aspecto, parece el folleto de un curso... Lo descargamos




Efectivamente... El logo incrustado está en vectorial (con solo hacer una buena ampliación del PDF veremos si aparecen pixels en el borde o no). Si no hubieramos dado con lo buscado, seguiremos buscando en las entradas que Google ofrece.


Ya sólo resta abrir el PDF con Illustrator, copiar los trazados que corresponen al logo, copiarlos en un documento en blanco, y guardar nuestro flamante recién logrado logo en formato "eps" o "ai" para meterlo en la maqueta del trabajo que lo precisaba.

La técnica del tramado en preimpresión

El primer artículo concreto que se publica, después del prólogo y la introducción, está dedicado, como no podía ser de otro modo dada la cabecera que el blog lleva, a la técnica del tramado. Un proceso que resulta imprescindible para poder realizar la impresión industrial, de cualquier tipo de imagen que precise modulación de tono o cuyo color se haya de simular por separación de tintas.

El tramado consiste en la descomposición en puntos más o menos separados entre sí, y de igual densidad de impresión todos ellos. Se les hace variar en tamaño o en acumulación en función del motivo a reproducir, y su objetivo es “aprovecharse” de la capacidad integradora de la óptica humana (el ojo) para dar una apariencia de tono continuo dónde en realidad sólo existe un tono por tinta de impresión, además del tono de fondo del soporte.

Una mayor acumulación de puntos de trama genera una mayor densidad para reproducir los tonos saturados y/o las sombras del original, mientras que una mayor distancia entre ellos, permitirá mostrar el soporte, generalmente de tono blanco o claro, aportando una imagen de mayor claridad para la reproducción de tonos de luces o de poca saturación.

La trama convencional de uso el offset y otros sistemas de imprimir consiste en una sucesión de puntos equidistantes entre sí y dispuestos a lo largo de una línea imaginaria que forma un determinado ángulo con la horizontal, ángulo que en impresión polícroma ha de variar entre las tramas de las distintas tintas en 30º para evitar la superposición de los puntos y la aparición de unas formas geométricas que se conocen como “moiré”.

El número de puntos que se representan a lo largo de una medida concreta en las mencionadas líneas imaginaria (normalmente una pulgada) representan lo que se conoce como lineatura o frecuencia de trama. Cuantos más puntos por pulgada lineal presente una trama, más fina será y tendrá mayor capacidad de reproducir detalle y de dar una mayor apariencia de tono continuo de cara a la vista. No obstante se habrá de elegir la frecuencia de trama en función del sistema de estampación y del soporte de impresión, pues no en todos los casos se pueden utilizar tramas demasiado finas, pues se corre riesgo de “empaste” de la impresión.

Otro factor importante relacionado con la trama es la resolución del dispositivo de salida, es decir, la cantidad de micropuntos que es capaz de generar a lo largo de una pulgada lineal (ppp). Un punto de trama es una agrupación de puntos cuyo tamaño viene determinado por la resolución de salida, de modo que la relación entre resolución de salida y lineatura de trama determinará el número de niveles tonales que se generan. Un límite mínimo aceptable para tono modulado (imágenes a color o en blanco y negro) ha de ser de 256 niveles (16x16 puntos) por cada tinta de impresión. Esto nos determinará el número total de tonos distintos que se pueden representar en el impreso.

La trama se puede generar con puntos de diferentes tipos y formas, según nuestro interés, las características de nuestro sistema productivo o el trabajo a reproducir en cada caso.

Para saber más, descarga el artículo completo en PDF

sábado, 13 de diciembre de 2008

Introducción a los procesos productivos gráficos

Abrimos este “blog” con una definición genérica y un esbozo del flujo de tareas y trabajos que venimos es denominar “Proceso Gráfico”. Sin entrar en detalles, se pretende apuntar las fases por las que pasa un producto gráfico, editorial o extraeditorial, desde su concepción hasta su distribución o entrega al usuario final. Quedan deliberadamente excluidos los productos paraeditoriales (prensa y revistas “de kiosco”), puesto que son productos distintos, tanto en su concepción como en su realización, particularidades que pretendemos atender en futuros “posts”.

Como definición académica, podemos decir que el conjunto de operaciones que, utilizando unos recursos técnicos y humanos, es necesario ejecutar para transformar una materia prima en un producto que sea demandado por la sociedad se denomina proceso productivo. En algunos casos, únicamente se precisa una simple operación para producir la transformación de la materia en producto; pero en otros casos es necesaria la concatenación de una serie de procesos, denominándose en su conjunto “procesos productivos”.

Podemos considerar “procesos productivos” a lo largo del proceso gráfico, el conjunto de operaciones que se vienen a realizar desde el momento en que el cliente o editor realiza el encargo de realización de un producto gráfico hasta el momento en que el trabajo (editorial, o extraeditorial) es entregado al cliente o puesto a disposición de su usuario final, según corresponda. en algunos casos, todos los procesos se realizan en una misma empresa, pero lo más habitual es que los procesos se vayan realizando en diferentes empresas, cada una especializada en una tarea o serie de ellas.

De manera esquemática, se enumeran y explican brevemente este conjunto de pasos que venimos a denominar “Procesos Productivos”:

1.- Encargo de producción. En esta etapa, el cliente o editor explica a su proveedor qué producto es el que pretende realizar y sus características generales. Si se trata de un trabajo de nueva realización puede ser necesaria una labor de asesoramiento al cliente en cuanto a diseño, colores, formato, número aproximado de páginas, materiales, calidades, acabados, etc. De este modo se debe acabar definiendo las características técnicas del trabajo a realizar para poder efectuar la valoración de costes y la realización del presupuesto. Es habitual que el encargo lo realice el editor a una empresa de confianza, que a su vez se encarga de subcontratar aquéllas tareas que no puede realizar mediante medios propios.

2.- Recepción de original. Se recibe del cliente el material necesario (texto e imágenes, o incluso el trabajo diseñado y maquetado) para la realización del impreso, que será necesario revisar para determinar su validez de cara al proceso de producción.

3.- Diseño. Se realiza un proceso completo de creación y realización de un trabajo en todos sus detalles y operaciones. El equipo de diseño deberá realizar el boceto y/o maqueta, que se entregará al cliente para su validación o en su caso, modificación, antes de proceder a la elaboración definitiva del trabajo en base a la propuesta de diseño aprobada. Se deberán tener en cuenta los aspectos técnicos de producción, estéticos, funcionales y económicos.

4.- Composición/tratamiento/maquetación. En esta etapa se componen o tratan los textos, y se reunen y combinan armónicamente con el resto de elementos gráficos que componen el producto (ilustraciones, blancos, adornos, etc.), en escrupuloso respeto a las normas de diseño marcadas en el boceto y/o maqueta.
Dentro de esta etapa se suele realizar la obtención y tratamiento de las imágenes, debiendo obtener imágenes aptas para ser reproducidas en el sistema de impresión elegido. Hoy en día lo más habitual es que sea el propio cliente el que nos aporte las imágenes en formato digital, en cuyo caso hay que realizar una labor de repaso y, en su caso, corrección de las mismas, determinando si las imágenes recibidas tienen el suficiente nivel de calidad para su inclusión en el producto; o bien que se contrate el servicio de un fotógrafo profesional que, cada día más, podemos incluir dentro de las profesiones del sector gráfico.



5.- Corrección de concepto, de estilo, ortográfica y tipográfica. En función de lo acordado, esta etapa la puede realizar directamente el editor o bien se puede encargar a un corrector. Es habitual que los dos primeros tipos de corrección correspondan al editor o autor, y los dos últimos a los correctores ortotipográficos. Suele ser necesario obtener segundas, terceras o más pruebas hasta que se le haya dado el definitivo visto bueno al trabajo.

6.- Pruebas de color. Si el trabajo o el cliente lo requieren, se realizará una prueba que simule el resultado del trabajo final una vez impreso. Se utilizará la maquinaria y técnicas adecuadas para adecuarse al que será resultado final. Esta prueba se usará para mostrar al cliente el aspecto “real” del impreso y como prueba contractual.

7.- Imposición. Se disponen las páginas del impreso tal y como han de ser reproducidas en el pliego de impresión, atendiendo a las características técnicas de la realización del trabajo en sus fases de impresión, encuadernación y manipulado. En la actualidad, esto se hace partiendo del trabajo en formato digital (normalmente PDF) y mediante el uso de un “software” específico. Posteriormente se realiza la impresión de una simulación del pliego impreso a través de un plotter de gran formato, que se plegará tal y como se haría en la encuadernación para la revisión de la imposición y una última comprobación general del trabajo (es la prueba que habitualmente se llama “ferro”, nomenclatura que proviene de los tiempos del montaje manual). En muchas ocasiones esta prueba se utiliza como “ultima comprueba para corrección”.

8.- Obtención de la forma impresora. Mediante filmadora de gran formato e insolado y procesado tradicional (CTF), o bien mediante sistemas CTP (directo a plancha) que proporcionan directamente la forma impresora. Es posible la transmisión directa desde el ordenador a la máquina de imprimir (CTPress, directo a máquina; o bien impresión digital).

9.- Etapa de impresión. Impresión, generalmente con máquinas de offset (estamos hablando de un ciclo productivo “estandar”), de los diferentes pliegos que componen el trabajo y del número suficiente de ellos para cubrir la tirada y el porcentaje de pérdida. Se utilizarán las máquinas más adecuadas en función de las características del trabajo y de la configuración del taller de impresión (rotativas, planas de uno o varios cuerpos, con o sin volteo, offset seco, etc.)



10.- Postimpresión. Es la última etapa del proceso gráfico. En función de las características del producto, se realizarán todos o algunos de los siguientes procesos:


  • División de los pliegos y/o bobinas.
  • Plastificado y/o barnizados fuera de máquina.
  • Plegado, para obtener los cuadernillos o signaturas.
  • Alzado, operación que ordena los cuadernillos u hojas sueltas según el caso.
  • Encuadernación, mediante cosido o fresado de los cuadernillos y colocación de la cubierta.
  • Guillotinado a tamaño final.
  • Otro tipo de operaciones son las de troquelado, hendido, estampados en seco, termorrelieve, u otros acabados especiales, en caso de que el trabajo lo requiera.

Estas operaciones pueden variar de orden o de método en función de las características del trabajo.
Posteriormente a la obtención del producto final, se realizará la clasificación (si procede) y el empaquetado del producto acabado del modo requerido y acordado con el cliente (retractilado, embalado en cajas, montado en “pallets”, etc.)

11.- Almacenaje y distribución. Tal y como se haya presupuestado y acordado con el cliente (entrega directa, a través de empresa distribuidora, reparto por correo, etc.)